Diversificación agrícola impulsa empleo y estabilidad económica en el agro salvadoreño

En respuesta a los desafíos del mercado y el cambio climático, productores agrícolas en El Salvador están adoptando estrategias de …

En respuesta a los desafíos del mercado y el cambio climático, productores agrícolas en El Salvador están adoptando estrategias de diversificación productiva que no solo aseguran la sostenibilidad de sus cultivos, sino que también fortalecen la economía local a través de la generación de empleo.

Uno de estos casos es la finca El Progreso, en el occidente del país, donde don Jaco, un agricultor que por años dependió exclusivamente del güisquil, ha transformado su modelo productivo al incorporar cultivos como chile verde, chile morrón, pepino y tomate. Esta diversificación ha permitido mitigar riesgos de mercado, adaptarse mejor a las condiciones climáticas cambiantes y generar cerca de 35 empleos directos en su comunidad.

Según datos del sector, más del 70% de la producción agrícola salvadoreña proviene de pequeños y medianos productores. Para ellos, diversificar se ha convertido en una necesidad económica: evitar depender de un solo cultivo permite amortiguar el impacto de fluctuaciones de precios o pérdidas por plagas. Además, productos con mayor demanda como el chile verde —de alto volumen de producción— están ampliando sus canales de comercialización.

La integración a plataformas como la Central de Abasto de Soyapango, donde los agricultores colocan directamente sus productos sin intermediarios, ha mejorado la rentabilidad del trabajo agrícola. Desde allí, los productos se distribuyen a supermercados y agromercados en distintos puntos del país, fortaleciendo el vínculo entre campo y ciudad.

Este modelo, basado en la innovación local, demuestra que el agro salvadoreño puede ser rentable y resiliente. “No podemos competir en volumen con las grandes agroindustrias, pero sí en frescura, calidad y variedad”, afirma don Jaco, cuyo enfoque refleja una tendencia creciente en el país: apostar por la diversificación como vía para generar ingresos sostenibles, empleo rural y seguridad alimentaria.